Aureole – Wings of Hope: Una aureola que me lleva a la gloria

Posiblemente este vaya a ser el primero de esos textos especiales que van cerrando círculos desde comenzase a interesarme por todo lo que se cuece en nuestra industria hace ya 2 años. Algo que podréis estar deduciendo de mis últimos análisis es que me encantan los plataformas. Es uno de esos géneros que, por muy simple que parezca, me hace disfrutar mucho de los videojuegos a día de hoy. Lo mejor de todo es que dentro de los plataformas existen mil y una variantes: algunas muy originales y otras que utilizan referencias de juegos conocidos para crear una buena experiencia. Diría que una de mis primeras observaciones directas sobre los juegos desarrollados en nuestro país fue aquella Madrid Otaku de 2023, en la cual Samuel García y Gerardo (Elvendwarf) Borjes (quienes componen el joven equipo Team Stargazers) aprovecharon su Zona Indie para enseñar su primer juego comercial, el cual nació a raíz de un juego de jam.

Un juego que me llamó desde el momento en el que supe que iba a estar en aquella Zona Indie, pues era un plataformas 2D protagonizado por una aureola que aprovechaba sus físicas y ciertos elementos del escenario para volar lo más rápido posible, ofreciendo ya en aquel momento esa buena dosis de adrenalina, espectacularidad y velocidad que se le pide a un plataformas. A partir de ahí, mi seguimiento ha sido tan milimétrico que hasta pude probarlo en la Gamescom 2023 y siempre he estado en contacto con los muchachos para ver qué tal iba todo. Y ya en 2025, dos años después, me llena de orgullo y satisfacción poder hablaros con más detalle de este Aureole – Wings of Hope. He jugado muy poco a Sonic en mi vida, por lo que lamentablemente no tengo el contexto para defender bien la denominación de «El Sonic bueno», pero sí os puedo adelantar que me ha parecido un plataformas bastante completo en cuanto a contenido y muy satisfactorio a los mandos.

Aureole – Wings of Hope nos sitúa en una batalla entre ángeles y demonios algo inesperada, pues justo el día en el que el sacerdote de los ángeles decide quitar el servicio militar porque el Reino del Cielo no ha sufrido ningún ataque en siglos, van y sufren una invasión demoníaca. Los demonios aprovechan para lanzar un duro ataque, del cual dos ángeles saldrán disparados y caerán a las profundidades del mundo. Ramila (un ángel con el pelo de color verde) saldrá ilesa del accidente, pero Ryleth (con el pelo de color rosa) no contará con la misma suerte. Al morir, su alma ha quedado almacenada dentro de una aureola dorada y Ramila deberá hacer uso del ritual de sincronía para estar en contacto en todo momento con Ryleth, quién sentirá que La Mano Izquierda (diosa de los ángeles) les está dando las indicaciones oportunas para volver al Reino del Cielo y hacer frente al ejército del Rey Demonio.

Samuel García ya nos contó en el evento de lanzamiento del juego que habían cogido de inspiración series de la talla de Steven Universe, los cómics de Scott Pilgrim e incluso Hora de Aventuras para aportar un poco de carisma al juego mediante los divertidos diálogos entre Ramila y Ryleth que irán surgiendo durante la aventura para dar contexto sobre lo que sucede. He de reconocer que toda esta narrativa me ha recordado muchísimo a la serie protagonizada por Finn y Jake, aunque el aspecto de ambos ángeles también me ha recordado a Wanda y Cosmo de Los Padrinos Mágicos. Por cierto, soy super fan del suspiro de Ramila que suena en los diálogos. Con el objetivo de volver al Reino del Cielo, toda esta premisa servirá para disfrutar de un total de 40 niveles repartidos en 6 mundos diferentes que iremos desbloqueando.

En Aureole – Wings of Hope no solo es importante llegar al final del nivel o superar las marcas de tiempo que proponen tanto las fases como las que establecen los jugadores en los rankings globales desde hace más de un mes. Para mí, lo más importante de este juego, es hacer volar la aureola y aprovechar sus físicas para disfrutar de un fantástico vuelo. Una limitación de dos saltos (algo que se mostrará mediante los cambios de color de la aureola), una caída en picado y la recarga de un boost de cuatro velocidades son todos los controles que tendremos para surcar los rincones y los cielos de los niveles de Aureole. Suficiente para ofrecer una jugabilidad sencilla, pero que a medida que se va dominando se vuelve cada vez más disfrutona. Volar con la aureola no será nada fácil y no lo digo solo porque los niveles vayan de menos a más dificultad, sino porque también habrá que hacer frente a multitud peligros (pinchos, bolas, lava…), dominar nuevas mecánicas que se van añadiendo en cada mundo (cañones, rampas, recargas de saltos…) y, sobre todo, leer bien los escenarios para aprovechar las físicas del aro.

Entender bien la estructura de los niveles de Aureole – Wings of Hope será la clave para ver que no siempre estaremos obligados a usar todos los elementos jugables que se nos presentan. Bastará con ver que podremos aprovechar una 3a marcha del Ring-Blitz con una pendiente y así avanzar un buen trecho del nivel, o que aún nos queda un salto en la recámara para aprovechar una mejor opción que la anilla impulsora que tenemos delante. A ello se le suman también diferentes rutas o alternativas que vendrán de lujo en algunos niveles en caso de que nos piquemos por obtener los mejores tiempos. Aún así, todos los niveles de Aureole – Wings of Hope no son perfectos, pues en algunos se encuentran fallas de visibilidad (ya sea durante la escapada de una subida de lava o a la hora de escoger caminos secundarios en zonas superiores de los mapas) y en niveles más avanzados a veces era imposible alcanzar el tiempo mínimo para dar la fase como superada, por poner unos pequeños ejemplos. Desde el lanzamiento del juego, Team Stargazers y la distribuidora Jandusoft han estado trabajando codo con codo en parches que han ido mejorando esta experiencia, sobre todo en la versión de Steam (que es la que hemos jugado).

Pero si algo me gustaría recalcar de Aureole – Wings of Hope es que es de esos juegos a los que no les basta con ofrecer solo la experiencia principal, sino que también ha demostrado ser un juego muy completo y variado gracias a diferentes tipos de contenido que, para ser un juego novel, sorprende lo bien integrados que están en la propia estructura del juego. Primero hay que señalar que, en cada uno de los niveles de Aureole, tendremos escondidos dos tipos diferentes de secretos que nos servirán para desbloquear nuevos niveles algo más complicados y que añadirán nuevas mecánicas que, por lo general, no se suelen ver en los niveles principales del juego. Por una parte tenemos una serie de coleccionables que están relacionados con la historia, los cuales lo normal es que se puedan de localizar de manera sencilla (es fácil detectar los huecos en los que se encuentran escondidos), pero en algunas fases podremos romper un bote con unas mariposas que harán de guía para localizar rápidamente dichos secretos que ampliarán el contexto de la narrativa. Pero por otro lado, Team Stargazers también se ha animado a repartir por los niveles una serie de acertijos o mecanismos que rápidamente nos harán sacar la cámara del móvil o hacer anotaciones en un bloc de notas porque, cada información que encontremos, servirá posteriormente para resolver unos interesantes rompecabezas que van desde poner unos ingredientes en una cazuela siguiendo el orden correcto hasta encender una serie de hogueras. Todo ello luego se ejecutará en cada uno de los séis mundos de Aureole, los cuáles son unos «enormes» escenarios totalmente explorables tanto para la selección de niveles como para otras cosas. Una exploración que se convierte en un buen terreno de prácticas para aprender a manejar la aureola, pero que a su vez se convierte en un auténtico caos para encontrar los nuevos niveles que se van desbloqueando o para saber dónde tenemos que buscar los coleccionables que nos faltan, algo que el estudio ya tiene en cuenta de cara a siguientes actualizaciones.

A pesar de esos pequeños problemillas, en los nexos de cada uno de los mundos en los que se desarrolla la aventura de Aureole – Wings of Hope encontraremos una de las cosas que realmente me harán volver al juego una y otra vez más allá de querer completarlo al 100%: los minijuegos. Todo este contenido que se ha añadido al juego le aporta una personalidad tan atractiva que va mucho más allá del plataformas super satisfactorio que es, pues los cinco minijuegos diferentes que tendremos dentro de Aureole son un completo vicio que van desde meter canastas con un balón de playa hasta jugar a una curiosa versión del clásico Pang protagonizada por la aureola. Son ratos infinitos, momentos que pican y, una vez más, también son un lugar perfecto para poner en práctica los controles de la anilla. Creedme que con estos minijuegos es donde más aprenderéis a dominar cada una de las características de este peculiar protagonista.

Conclusión

Más allá de la gracia de ser «El Sonic bueno», Aureole – Wings of Hope demuestra ser un plataformas satisfactorio donde las físicas de la aureola, unos controles sencillos y los entornos de sus variados niveles harán que cualquier amante de los plataformas disfrute surcando los cielos a gran velocidad durante la aventura de Ramila y Ryleth. Un juego sensacional que también se ha permitido el lujo de incluir un contenido que permitirá a los jugadores volver siempre que quieran, como puede ser el caso de los divertidos minijuegos o los rankings globales contra otros jugadores. Está más que recomendado si sois fans del género.

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