Burgie’s cozy kitchen: Hamburguesas y Pomodoro

Cuando crees que lo has probado todo siempre aparece algo nuevo que te sorprende, es lo bonito de este mundillo y por el que nunca me cansaré de estar en él. De hecho venía de probar un juego tipo simulator cuando se me presentó la oportunidad de probar este Burgie’s cozy kitchen y, evidentemente, no dudé en adjudicármelo (creo que dije algo así como «tengo mi lado gestor calentito»). La experiencia no podría haber sido más diametralmente opuesta a lo esperado, en el buen sentido.

A tu propio ritmo

Desarrollado por HeyNau, Burgie’s cozy kitchen viene con el planteamiento de gestionar tu propia hamburguesería y atender pedidos, pero a tu ritmo, sin ningún tipo de estrés ni de clientes ansiosos para que les atiendas tan típico en el género. En este caso tenemos un juego de gestión de pedidos lento y pausado, donde los clientes aparecen en intervalos irregulares. Con tiempo suficiente para hacer cualquier otra tarea mientras esperas un nuevo pedido.

Si pasan muchos minutos entre clientes, ¿no es aburrido? Ahí está la gracia de Burgie’s cozy kitchen, y es que estamos ante una atípica propuesta que es a la vez videojuego y herramienta de estudio y trabajo. ¿Cómo? Pues muy sencillo: Una vez completamos el tutorial, el juego nos informa de que podemos pulsar el tabulador para dejar el juego corriendo en segundo plano mientras estudiamos, trabajamos, creamos contenido, etc. Cuando pasa un intervalo de tiempo, aparece un cliente, toca el timbre y nosotros volveremos al juego pulsando otra vez el tabulador para atender el pedido. Con lo cual nos hemos tomado un descanso de nuestras tareas y hemos preparado una rica hamburguesa. Así que no, no estamos ante un videojuego, sino a una herramienta de estudio y trabajo que gamifica el método pomodoro.

Un entorno sencillo y relajante

Las características del juego son muy sencillas: Tenemos dinero que usamos para comprar nuevas herramientas o ingredientes, con cada pedido sumamos dinero en función de lo bien que lo hayamos preparado, y así estaremos mejorando nuestra hamburguesería a un ritmo tranquilo, mientras seguimos con nuestros quehaceres delante del PC. Una propuesta original cuanto menos.

En lo visual es bastante minimalista, todos los elementos están formados por texturas planas de colores con tonos pasteles bastante agradables. Los diferentes ingredientes que vamos desbloqueando están localizados en sus correspondientes cajones/bandejas del frigorífico y para reponerlos tan sólo tenemos que pulsar en el tirador de la puerta de salida. Eso resetea todo el stock y reorganiza los elementos. En este punto es importante señalar que Burgie’s cozy kitchen está en early access, y en el mismo juego te avisan de que pronto tendremos un sistema de stock y pedidos completo, con lo cual toca esperar. Los clientes son animales antropomórficos bastante simpáticos y las animaciones hacen el efecto de contraerse y estirarse como si fueran de goma. Lo dicho, todo dispuesto para que los momentos dentro del juego sean agradables.

Concentración gamificada

¿Donde entra el método pomodoro en todo esto? Bueno, el juego cuenta con tres modos: Normal, Pomodoro y Streamer. En el modo normal los clientes aparecerán a intervalos que oscilan entre 1 y 15 minutos. El modo basado en el método pomodoro (que básicamente es hacer una actividad productiva sin distracciones durante un tiempo fijo, tomar un descanso razonablemente corto, y continuar, estableciendo esos tiempos de estudio/descanso en 25/5 minutos, por ejemplo) podremos configurar el tiempo en el que realizaremos nuestras tareas, y cuando se llega a ese tiempo, el juego nos avisa mediante el timbre de que es hora de descansar, ha llegado un cliente, asi que toca preparar una hamburguesa. Listo, ya nos hemos despejado, podemos continuar con otra sesión.

Con respecto al modo Streamer poco puedo comentar porque no he podido probarlo al no tener un canal de streaming, pero según describe en la ficha del juego, puedes jugar enlazando tu cuenta de Twitch y tus viewers serán los que te hagan los pedidos mediante comandos de chat. Una opción muy interesante si quieres interactuar con tu audiencia y pasar una buena tarde. Hasta aquí lo cierto es que todo funciona bastante bien, y antes de pasar a lo que sería el feedback dejadme que os comente otro de los aspectos que, para mí, dan un toque de calidad al título. Hablo del momento de preparar el pedido de la hamburguesa.

Los pedidos

Cuando estamos atendiendo un pedido, en la pantalla aparecerán los ingredientes necesarios y un medidor de 5 estrellas a modo de valoración del servicio por parte del cliente (obviamente a más valoración, más dinero conseguiremos). Este medidor irá decreciendo con el tiempo, por lo que debemos de ser rápidos en preparar la hamburguesa.

Pero eso no es todo, porque cualquier cosa que suceda será tenida en cuenta en la valoración final del cliente. Y cuando digo cualquier cosa es, literalmente, lo que sea: ¿se te ha caído algún ingrediente en el proceso? Baja la valoración y el cliente dirá «no es muy higiénico»; ¿te has equivocado/olvidado algún ingrediente? Baja la valoración y el cliente te lo hará saber.

Hasta ahí entramos en lo normal pero: ¿Has pensado «bueno, puedo dejar el plato fregado y preparado, así cuando llegue el pedido solo tengo que hacer la hamburguesa»? Pues el cliente dirá en su valoración «El plato tenía polvo»; Puedes decir «dejo el pan/lechuga/cebolla/tomate cortado y así solo preparo la carne» pero el cliente dirá «Los ingredientes no estaban frescos»; y uno que me hizo mucha gracia: serví el plato a la carrera y sin querer lo lancé, el cliente dijo «me han tirado el plato a la cara». ¡Bravo por este nivel de detalle!

Una propuesta aún por pulir

Con respecto al feedback, lo cierto es que ahora mismo el juego es bastante simple, aunque los desarrolladores prometen nuevo contenido, así que ningún hay ningún problema con eso. No obstante sí que creo importante comentar lo que es el núcleo del gameplay, la intención con la que se vende el producto y que corresponde con lo expuesto en la sección anterior. A este respecto debo decir que el juego me ha llegado a estresar. Lo cual es curioso dado que Burgie’s cozy kitchen no persigue eso. Pero dejadme elaborarlo.

Un ritmo de trabajo algo irregular

Cuando llega un cliente y toca el timbre comienza el cronómetro (te pille como te pille), y tú ya no eres un estudiante/trabajador que va a tomarse un descanso en un juego «cozy», no. En ese momento debes transformarte instantáneamente en la máquina de preparar hamburguesas más perfecta, rápida y óptima que existe. Te pasas el pedido corriendo como un loco por la cocina llevando todas las cosas a su sitio en el menor tiempo posible, porque sino ya sabes: valoración a la baja.

Además las coordenadas de tu punto de mira y la altura a la que se posicionan los alimentos que coges no se corresponde, por lo que para transportar las cosas estás casi mirando al techo, de lo contrario todo se te cae al chocar con alguna encimera (y pasa muy frecuentemente). Esta disparidad entre el relax que transmite el juego y la prisa que te invade en cuanto suena el timbre, sencillamente no me termina de encajar (además es muy frustrante que, debido a estas cosas, el pedido no esté bien y te lleves mala puntuación y poco dinero).

Trabajo y estudio, he aplicado Burgie’s cozy kitchen en mi rutina estos días, y al menos a mí no me ha terminado de funcionar con ese planteamiento. Ojo, no digo que el juego no esté bien, al contrario, cumple perfectamente y tiene mucha calidad y potencial. Es una herramienta bastante útil para gestionarte tus tiempos de sesión de estudio/escritura/diseño, etc. No obstante la gestión del pedido requiere inmediatez y es tremendamente exigente en tiempo y formas. No me invita a incluirlo en mis tareas diarias ya que si estoy en una actividad mentalmente demandante, no puedo despejarme y relajarme con otra actividad demandante.

Opciones de mejora

Como feedback yo daría lo siguiente: Estaría muy bien que cuando suene el timbre no signifique «empieza el cronómetro» sino «eh oye, desconecta, tienes que despejarte, ven y prepara un par de hamburguesas». Es decir, que cuando suene el timbre y entre al juego, no tenga que atender el pedido automáticamente porque el tiempo corre, sino que hubiera un botón de «atender» y entonces me pongo en marcha.

Dame tiempo, estoy haciendo otras cosas. Haz que suene el timbre una vez por minuto si es necesario, como un recordatorio de que tengo que desconectar. Con tranquilidad, que suene el timbre, déjame que entre al juego y respire hondo, voy a relajarme, ahora sí, pulso ese botón, te atiendo, voy a preparar una rica hamburguesa (o dos o tres, sería genial que fueran varios clientes, o al menos configurar ese aspecto). Perfecto, he servido las burgers, me he despejado y ha estado muy bien, sigo con mi tarea.

Conclusión

Burgie’s cozy kitchen no es solo un videojuego, es una herramienta de gestión del tiempo para sesiones de estudio y/o trabajo basado en el método pomodoro. Una propuesta relajante y efectiva, muy cuidada y llena de detalles que, sin embargo, se puede volver estresante al momento de atender pedidos. Aún está en early access, por lo que vendrán nuevos contenidos y mejoras en el futuro. Si te apetece tener una aplicación de concentración gamificada, dale una oportunidad.

La entrada Burgie’s cozy kitchen: Hamburguesas y Pomodoro se publicó primero en DeVuego Blog.

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