Jesús Gómez: Razones por las que los videojuegos deben usarse en la escuela
En
un esfuerzo por reducir la cantidad de tiempo
que los jóvenes pasan jugando videojuegos, China ha prohibido que los estudiantes los jueguen
durante la semana escolar y los limita a solo una hora por día los viernes,
fines de semana y feriados.
Los
videojuegos son uno de los medios
más populares de nuestro tiempo. Una estimación muestra que para 2025, el
mercado global de juegos ascenderá a 268.800 millones de dólares anuales,
significativamente más alto que los 178.000 millones de dólares en 2021.
El
dinero gastado en juegos no solo representa un escape virtual del mundo real.
Académicos como James Paul Gee, profesor de alfabetización
desde hace mucho tiempo, han demostrado repetidamente que los videojuegos se
pueden utilizar para facilitar el aprendizaje en el aula K-12. Esta idea es respaldada por el escritor de
educación Greg Toppo, quien llegó a la misma conclusión en su libro aclamado por la
crítica, El juego cree en ti: cómo el juego digital puede hacer que
nuestros niños sean más inteligentes.
A
pesar de que los videojuegos educativos
se han utilizado en las aulas durante 50 años, y que las
investigaciones muestran que los juegos educativos pueden ser efectivos, no son
tan comunes en las aulas de hoy.
Se han lanzado muchos juegos educativos desde los días de The Oregon Trail. Algunos de los más populares son:
- ¿Dónde en el mundo está Carmen Sandiego?
- Math Blaster!
- Zoombinis
- iCivics
- DragonBox Algebra
- History Maker VR
La mayoría de los juegos son para estudiantes de pre kínder a primaria.
Los videojuegos pueden ayudar a los estudiantes
Una
de las razones por las que los estudiantes abandonan los programas
de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas es por la dificultad de los
cursos introductorios como el cálculo. Es por ello que
La investigación ha demostrado que el dominio del cálculo de los estudiantes aumenta cuando se usa un juego de aprendizaje diseñado con un propósito, como Variant: Limits, otro juego de cálculo que se desarrolló en la Universidad de Texas A&M.
Proporcionan aprendizaje experiencial
Enseñar a los
estudiantes habilidades del siglo XXI, como la resolución creativa de problemas, es
importante para la fuerza laboral del futuro, según la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos. Juegos como DragonBox Algebra, donde los estudiantes resuelven problemas
matemáticos en un entorno de fantasía, pueden ayudar a los estudiantes a
dominar habilidades como el pensamiento crítico.
En
juegos como Civilization, los jugadores pueden ser líderes cívicos y dirigir la
prosperidad de las naciones. En ARTé: Mecenas, los estudiantes pueden
convertirse en miembros de la familia Medici y convertirse en mecenas de las
artes y banqueros exitosos. Los estudiantes aprenden a través de la práctica y
pueden adquirir habilidades y conocimientos a través del aprendizaje
experiencial que tal vez no se adquieran en las aulas tradicionales.
Los jugadores aprenden del fracaso
Los
juegos son una forma natural de permitir que los estudiantes fracasen de manera
segura, aprendan de los fracasos y
vuelvan a intentarlo hasta que tengan éxito.
Algunos
juegos, como Burnout Paradise, hacen
que el fracaso sea divertido. En el juego, los jugadores pueden estrellar sus
autos, y cuanto más espectacular sea el choque, mayores serán los puntos. Esto
permite a los jugadores aprender esencialmente de sus errores, corregirlos y
volver a intentarlo.
Los estudiantes se mantienen involucrados en el contenido
El
tiempo promedio que un estudiante pasa aprendiendo en un salón de clases es
solo el 60% del tiempo de clase asignado. Se ha demostrado que extender la
jornada escolar para darles a los estudiantes más tiempo para aprender es solo
marginalmente efectivo. Una forma más eficaz de maximizar el tiempo de
aprendizaje es mediante el tiempo dedicado a la tarea. Cuando los estudiantes
están interesados y se preocupan por un tema y es relevante, son curiosos y comprometidos. Esto proporciona una experiencia de aprendizaje mucho mejor.
Los juegos hacen que el conocimiento complejo sea divertido
Las
teorías educativas afirman que a los
estudiantes no se les puede dar
conocimiento; construyen conocimiento en sus propias mentes. Los alumnos se
basan en conceptos aprendidos previamente para construir conocimientos de mayor
nivel y más complejos para hacerlo suyo.
La tabla periódica de elementos es un desafío para aprender y recordar para muchos estudiantes. Sin embargo, los estudiantes de secundaria que juegan al popular videojuego Pokémon pueden aprender fácilmente una matriz tridimensional compleja con 27.624 valores.
La esencia del juego es descubrir cómo combinar
los 17 tipos diferentes de ataque al luchar contra otros Pokémon. Cada Pokémon
tiene uno o dos tipos de ataques que pueden usar. Los jugadores no aprenden las
diferentes combinaciones posibles estudiando una gran mesa con 27.624 entradas,
sino jugando el juego. A través del juego, los estudiantes construyen
gradualmente un conocimiento más profundo del juego y desarrollan habilidades básicas, como alfabetización, competir con
gracia y deportividad, y pensamiento
abstracto.
Pokémon
no se desarrolló como un juego educativo, pero sus principios de diseño, y los
de otros videojuegos populares, podrían usarse fácilmente para diseñar videojuegos para aulas que
mejoren su experiencia educativa.