Die in the Dungeon – Un juego del que no podrás escapar.
Die in the Dungeon es un videojuego desarrollado por Atico Games. En este roguelike, encarnaremos a una rana antropomórfica que se adentrará en una dungeon cargada de hostiles bichos. El 21 de febrero de 2025 se lanzó la versión de Acceso Anticipado y las expectativas que hay para la versión definitiva son altas.
Más allá de la premisa argumental, no existe una narrativa explícita que nos cuente por qué estas criaturas se adentran en esta mazmorra cargada de bichos hostiles. Por eventos internos que ocurren dentro de la partida, podemos encontrar otras ranas con las que aventurarnos dentro de la dungeon a modo de personajes desbloqueables. A través de estos personajes, obtenemos bastante versatilidad jugable, consiguiendo así planificar diferentes estrategias jugables. Tenemos a Cinder, el primer personaje con el que nos podemos adentrar dentro de la aventura. Este personaje se caracteriza por la capacidad de robar. Una vez superar las primera run completa con él, desbloqueas otra modalidad de juego, lo mismo con el resto. Dentro de la dungeon, puedes rescatar a Lisver, un personaje especializado en el uso del veneno. Finalmente, al superar una run en modo difícil, desbloquearás a Mango, permitiéndote desplazar los dados pesados.
Más que un mero roguelike
Durante la travesía por la mazmorra, nos encontraremos diferentes eventos, normalmente son elementos extraños integrados dentro de la magia de la dungeon y, en otros casos, nos encontraremos con personajes a los que podremos ayudar.
A través de estos dos grandes focos, se nos presenta un contexto donde predominan las ranas y los insectos, donde estos se dividen en criaturas buenas u hostiles. Me imagino que en esta sociedad mágica ocurre algo que nos invita a adentrarnos en ese lugar. Algo que esté relacionado con la realeza de los insectos, y por eso debemos acabar con ellos. Sin dudas es un lore sutil pero que genera mucha curiosidad el quererle dar sentido a todo.
En cuanto al gameplay, nos adentramos en una mazmorra al más puro estilo roguelike indie, donde el camino se bifurca proceduralemente por diferentes salas, de las cuales, tenemos diferentes eventos para detonar: combate con enemigos, combates con élites, tesoros, tienda, eventos sorpresa. Este estilo de diseño de niveles nos puede recordar al mapeado de propuestas como Slay the Spire o el primer acto de Inscryption. Mediante este mapa, iremos aventurándonos en una serie de escenas donde la dificultad y los beneficios irán in crecendo. Durante sus tres actos, iremos avanzando a lo largo de la curva de dificultad y nos iremos enfrentando a nuevos enemigos cada vez más complejos.
Aunque haya elementos en el diseño del flujo de la partida que nos pueda recordar a títulos conocidos, lo que llama la atención de Die in the Dungeon es su combate. A diferencia de otros juegos donde el sistema de combate se detona mediante cartas, en este juego lo hacemos mediante dados. Trayendo de D&D sus dados, contaremos con D4, D6 y D8, mediante el número que saquemos en una de sus caras, ejecutaremos la cantidad de daño, defensa, cura… Que nos proporcione dentro del tablero. Además, contaremos con cartas que detonan eventos dentro del tablero, como pueden ser mejoras a la cantidad de daño, veneno, energía, robo…
Así, se nos dispone una experiencia versátil, con factores aleatorios y builds de partidas totalmente personalizables. La amplia cantidad de decisiones que puede tomar el jugador para construir su partida es impresionante, sintiendo que por mucho que se juegue al juego, nunca va a ser lo mismo.
Sinceramente, toda la jugabilidad es un gusto, una experiencia muy entretenida. Es un juego cuyo gameplay es fácil de asimilar, además de ser equilibrado para todo tipo de jugadores. Puedes escoger la dificultad y, a través de los logros, vas a ir desbloqueando nuevas reliquias, con las que estableces las fórmulas adecuadas para avanzar en el juego. Sin duda la satisfacción jugando a Die in the Dungeon ha sido constante, no ha habido ningún momento que se me haya hecho pesado. Cada vez que he perdido, no me he rendido, he vuelto a intentarlo desde otra perspectiva. Y con todas las modalidades jugables que hay… Siempre ha existido la esperanza de salir victoriosa.
Un juego que cumple con lo que promete
Jugablemente, es una experiencia 100% recomendada. Ya por 2023 probé la demo de este juego y me había fascinado. Estaba en una fase muy primigenia, tanto de lo jugable como lo visual, y ya me resultaba un juego espectacular. Ahora, habiendo salido con su Acceso Anticipado, siento que estamos ante uno de los juegos del año. ¡Y ojo! Que el juego aún no está completo, lo que significa que probablemente la experiencia que nos espera tras su salida al completo sea una auténtica delicia.
Si hablamos de los gráficos, cabe resaltar el gran trabajo de Pixel Art y postprocesado que hay por detrás. Muchos dirán que el diseño visual es sencillo, pero la realidad va más allá de eso. El diseño tanto de los personajes como el de los enemigos es precioso. Han sabido enfocar de manera efectiva la fantasía del mundo que envuelve a estas criaturas. Y seamos honestos, los insectos como norma general son feos y desagradables. Aquí han sido capaces de no solo sentir que esos insectos quieren matarnos, sino que tienen una personalidad y carácter desde su aspecto impresionante. Y lo más importante, no son desagradables para la vista. Lo dice una persona que le tiene absoluto pánico a esas criaturas.
Die in the Dungeon es sin duda un juego que me ha marcado positivamente. Su jugabilidad es entretenida y está muy bien construida. De los mejores roguelikes españoles que he probado.
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