Sword of the Necromancer: Resurrection – El regreso del mazmorreo, ahora en un nostálgico 3D
Grimorio of Games nos trae Sword of the Necromancer: Resurrection, un remake en 3D del Action RPG homónimo que combina una historia magnífica con horas de dungeon crawling, puzles e invocaciones.
Entre el pasado y la esperanza
Si tuviéramos la oportunidad de devolver a la vida a la persona que más queremos, ¿dudaríamos en intentarlo? Por difícil que fuera el desafío, haríamos lo imposible. Y esto es lo que hace espléndidamente The Sword of the Necromancer: Resurrection, lograr contagiar al jugador de este sentimiento tan profundo. Con la espada del nigromante en mano, Tama se adentra en la Cripta del Nigromante en su lucha por revivir a Koko, mientras la historia nos revela, a través de flashbacks, la raíz del vínculo que las une. Koko, una sacerdotisa con un deseo insaciable de conocer el mundo exterior, conoce a Tama, una bandida que se infiltra en el templo de Nodam, donde ella reside. Lejos de rechazarla, Koko ve en Tama la oportunidad de comprender mejor la vida fuera de los muros sagrados y, con ello, ayudar de una forma más genuina a quienes acuden a su templo con dolencias y preocupaciones. Así, la contrata como guardaespaldas y juntas emprenden un peregrinaje que las enfrenta a la cruda realidad del mundo.
A medida que Tama desciende por la cripta, fragmentos de su viaje con Koko emergen en su memoria, siendo estos recuerdos los que le dan fuerzas para avanzar y poder traerla de vuelta sana y salva. Y esta necesidad imperiosa de Tama por rescatar a Koko no es algo que el juego nos imponga de inmediato, sino que se construye de forma gradual. A medida que nos adentramos en la mazmorra, múltiples recuerdos de vivencias van aflorando, recuerdos desde los más cotidianos hasta los más especiales. Estos momentos no solo refuerzan la conexión entre ambas protagonistas, sino que logran despertar una empatía genuina, haciéndonos desear avanzar lo antes posible para traer a Koko de vuelta al mundo de los vivos. Este es, sin duda, uno de los mayores logros narrativos del juego. La manera en que la historia se desarrolla, sin prisa pero sin pausa, permite que el vínculo entre Tama y Koko se sienta real y auténtico. Cada diálogo, cuidadosamente escrito, nos deja entrever sus personalidades contrastantes y su evolución a lo largo del viaje, trazando una trayectoria vital que las define no solo como individuos, sino como dos mitades de un mismo destino. Muchos de estos fragmentos de historia logran tocar la fibra sensible, no solo por lo que cuentan, sino por cómo lo hacen, estando la manera en la que se narran los sucesos claramente pensada para impactar emocionalmente.
Un combate táctico y dinámico
Si en algo destaca este juego, además de su historia, es por su sistema de combate rápido y dinámico, así como el uso de su mecánica estrella: la espada del nigromante.
El sistema de combate hace del paso por la mazmorra algo muy divertido y fluido, con la posibilidad de equiparse varias armas tanto de corto como de largo alcance, así como de realizar esquivas y contraataques de manera rápida gracias a la fijación del enemigo. Asimismo, el uso de combos será nuestro gran aliado cuando múltiples monstruos se abalancen hacia nosotros. Con respecto a las armas, en la entrada de la cripta, que tendrá la función de lobby, podremos usar la forja para mejorar nuestro equipamiento y añadir atributos con el uso de los objetos que vayamos encontrando. La cantidad de atributos que podemos añadir a cada arma es enorme, desde elementos, estados alterados que generará el arma, modificadores, hasta diferentes tipos de ataques cargados. Algo reseñable es que, cada vez que añadimos diferentes cosas al arma, esta aparecerá con un aspecto cambiado dependiendo del atributo que le hayamos añadido. Esta amplia variedad hace que podamos modificar cada arma a nuestro gusto y estilo personal de combate, haciendo esto que nuestro paso por la cripta sea muy satisfactorio y que celebremos cada objeto encontrado. También el hecho de que tengamos la biblioteca, en la que podamos acceder a aspectos como el bestiario y el arsenal de las diferentes armas conseguidas, es un gran detalle para podernos adentrar más en este mundo.
Sin duda, la espada del nigromante es la mecánica clave. Esta espada convierte a los monstruos que nos encontramos en aliados que podremos invocar durante el combate. Esto hace que la invocación tenga un componente táctico, ya que la combinación de diferentes criaturas, la posibilidad de añadirles mejoras y habilidades pasivas, así como la opción de modificar su comportamiento en combate, convierten la mecánica en algo muy divertido. Además, la gran variedad de puzles que aprovechan estas posibilidades añade aún más profundidad al juego. Sin embargo, la espada del nigromante tiene un límite de invocaciones, lo que nos obligará en muchas ocasiones a descartar algunas de ellas. Esto está muy bien pensado, ya que cada invocación descartada nos proporcionará materiales para mejorar nuestras armas, lo cual nos vendrá de perlas.
Explorando las profundidades de la Cripta del Nigromante
Al adentrarnos en la cripta y avanzar en ella, tendremos que pasar por distintos pisos, generados de manera procedural, que se compondrán de varios niveles, un coliseo y la sala del jefe.
Con respecto a los niveles, el objetivo principal será encontrar la llave de la puerta para seguir avanzando, sin embargo hay de dos tipos: aquellos los cuales son más lineales y aquellos en los que nos encontraremos con puzles que serán necesarios resolver para poder avanzar. Estos son muy interesantes, puesto que se concretan en mecánicas que irán evolucionando a medida que avancemos por la cripta. Desde los típicos puzles con palancas, mecanismos y puertas que solo se abren si hay dos invocaciones que se encuentran en varias piezas a la vez, hasta la aparición de pruebas de atributo que harán que sólo podamos avanzar si tenemos en nuestro valor invocaciones con diferentes maestrías de diferentes elementos. Los coliseos son niveles intermedios en los que deberemos luchar contra bastantes enemigos así como un mini boss, siendo claves a la hora de subir de nivel tanto a nuestra protagonista como a las diferentes invocaciones. Finalmente, la sala del jefe es el lugar donde tendrá lugar la batalla contra el boss del piso (mención especial a la presentación de estos combates, ya que está muy cuidada y cada jefe cuenta con patrones de ataque únicos que obligan al jugador a adaptarse, como debe ser en un buen enfrentamiento contra un boss).
Tras la sala del jefe del nivel, encontraremos una sala del alma que nos desbloqueará el siguiente piso al que podremos acceder, siendo clave esta intersección, puesto que siempre tendremos que volver a ella para seguir avanzando por la mazmorra. Para los más completistas y amantes de los desafíos, cada nivel puede rejugarse hasta completar todas sus tareas, algunas de las cuales suponen un reto considerable. Además, encontraremos algunos con condiciones especiales, como la imposibilidad de curarse o la obligación de superar el nivel con un estado de veneno que nos deja a un solo corazón. Estos elementos hacen que el mazmorreo sea mucho más dinámico, desafiante y, por supuesto, altamente rejugable.
Si ya estaba claro que este juego le da mucha importancia a la rejugabilidad, además de los niveles de la cripta, también cuenta con modos extra que ofrecen muchas más horas de juego. Estos modos, al completarlos, nos permiten obtener equipamiento y materiales especiales que son difíciles de conseguir en los niveles normales. Uno de ellos es el modo desafío, un roguelike en el que comenzamos desde el nivel 1 y, como en todo buen roguelike adictivo, debemos subir de nivel avanzando a través de tanto niveles normales, similares a los de la cripta, como enfrentamientos contra bosses. También encontramos el modo boss rush, donde combatimos contra una serie de jefes en batallas consecutivas con dificultad creciente, haciendo que el equipamiento sea un factor clave para la victoria.
Un homenaje a la nostalgia en cada detalle
El apartado artístico de Sword of the Necromancer: Resurrection es de gran relevancia, combinando nostalgia, estética cuidada y una narrativa visualmente impactante. Desde el primer momento, el juego nos sumerge en su mundo con una introducción animada impecable, seguida de una pantalla de título que rinde un homenaje muy notorio a Kingdom Hearts 2, evocando recuerdos de la sexta generación de consolas. La transición del 2D del título original a un 3D low poly ha sido muy bien ejecutada, logrando un estilo visual que encaja perfectamente con su atmósfera y que refuerza en cada aspecto del juego ese toque nostálgico. También podemos observar esto en los flashbacks, donde arte y narrativa se fusionan a la perfección a través de ilustraciones de estilo anime que transmiten una gran carga emocional y profundizan en la conexión entre los personajes. Cada escena está meticulosamente cuidada, desde los detalles visuales hasta los diálogos, que cobran aún más vida gracias a un doblaje tanto en inglés como en japonés el cual se agradece mucho en juegos como este. En cuanto al apartado sonoro, el main theme no podría ser más pegadizo, al igual que el resto de la banda sonora, que se construye a partir de sus bases y encaja perfectamente tanto con el gameplay como con la historia.
Así, todo este esfuerzo en ambos apartados convierte al juego en una experiencia visual y sonoramente envolvente y emotiva, donde cada elemento artístico juega un papel clave para mantenernos enganchados mientras intentamos salvar a Koko y descubrimos más sobre las aventuras de estos dos grandes personajes.
Conclusión
Sword of the Necromancer: Resurrection es un muy buen remake que ofrece una experiencia de mazmorreo dinámica gracias a su sistema de combate y la mecánica de invocación. Los puzles le sientan como anillo al dedo, aportando variedad al desafío, y su atención a la rejugabilidad es un añadido muy bienvenido. Además, reinventa el clásico argumento de ‘salvar a la princesa’, explorando hasta dónde somos capaces de llegar por las personas que amamos. Todo ello, acompañado de un apartado artístico y sonoro excepcional, junto con ese salto a un 3D con un aire tan dosmilero, hace que esta aventura sea una experiencia altamente recomendable.
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