Freddy Farmer: Un granjero y muchas pociones
Como jugador viejuno veterano, no hay nada como un buen arcade de la vieja escuela, y si encima nos los traen con una puesta al día con características modernas, nos hacen el día. «NeoRetro» creo que le llaman, y yo tan contento oye. Por eso cuando vi este Freddy Farmer, protagonizado con un simpático granjero que tiene que crear muchas pociones, es que ni me lo pensé. Desarrollado por Catcade Games y publicado por Flynn’s Arcade, ya reseñamos su demo por el NextFest. Pero bueno, vayamos en orden (muy importante esto en el título que nos ocupa)

Dragones, pociones y ¿princesas?
Creo que estamos de acuerdo en que en este tipo de propuestas el argumento es lo de menos, pero bueno, siempre tenemos un pequeño punto narrativo de partida. En Freddy Farmer un malvado Dragón ha secuestrado a la hija del granjero Freddy, tenemos que llegar a su guarida para salvarla, pero evidentemente el camino no será ni directo ni sencillo.
Controlando a Freddy debemos recorrer un total de 5 mundos recogiendo ingredientes para preparar una poderosa poción para derrotar al Dragón. Cada mundo puede tener hasta 7 fases (esto variará en función de la dificultad en la que juguemos) y en cada una de ellas deberemos recoger los ingredientes necesarios para preparar el brebaje. Pero cuidado, porque para poder hacer las pociones los ingredientes deben recogerse en el orden exacto en el que se nos solicita, sino esa poción no se hará y tendremos que volver de nuevo.

Una propuesta MUY desafiante
Las fases de Freddy Farmer, como bien marca el género, se ven por completo en la pantalla. Esto es, no hay desplazamientos de ningún tipo, toda la información y elementos están ahí a simple vista. En su definición básica estamos ante un plataformas muy al estilo de clásicos como Mario Bros, Burger Time o Donkey Kong Jr. Los enemigos se irán moviendo por las plataformas siguiendo ciertos patrones, y nosotros tendremos que ir recorriendo el escenario a golpe de salto y sin ninguna herramienta para eliminarlos.
Aunque la premisa pueda parecer sencilla y parece que con ir completando las fases tenemos suficiente, nada más lejos de la realidad. Como he comentado, los ingredientes deben recogerse en orden y antes de que se acabe el tiempo límite. Además esta mecánica tiene otra característica más: Los ingredientes aparecen en posiciones aleatorias del escenario, esto nos obliga a trazar la ruta en el momento, nada de memorizar las ubicaciones para los siguientes intentos.
Y ojo, que los niveles no son fáciles tampoco, los enemigos a veces tienen patrones de movimiento también con un punto aleatorio, así que tampoco podemos memorizar sus rutas para anticiparnos. Para colmo de las dificultades, si no consigues realizar una poción de forma correcta no puedes repetir la fase ¡tienes que repetir el mundo al completo! Por lo que si fallas en la fase 2-4 tienes que repetir todas las pantallas del mundo 2 hasta llegar a ella. ¡Ah! Y evidentemente contamos con un número limitado de vidas, y si decidimos continuar volveremos al mapa de selección de mundo. ¿A que ya no pinta tan sencillo?

Vieja escuela, nuevos sistemas
Freddy Farmer cuenta con todo lo bueno de la época arcade pero tampoco descuida los sistemas modernos. Contamos con opciones de personalización de pantalla para todos los gustos ¿quieres jugar al título en 4:3 con efecto de monitor curvo y CRT? Adelante. ¿Prefieres un 16:9 limpio y sin interferias? Todo tuyo. En este aspecto poco que objetar puesto que ya casi que es obligatorio tener estas opciones. En lo personal me quedo con la versión 16:9 porque se añaden dos bandas a los lados con instrucciones muy vistosas del orden de recogida de los ingredientes, simulando las pegatinas de las cabinas clásicas. La versión 4:3 también está muy bien, y el orden de ingredientes aparece en la zona superior, debajo de nuestra puntuación y el contador de tiempo.
Puro arte retro
Sobre el sonido y la banda sonora decir que no es que sea acertada, es que es una verdadera delicia. El tema del primer mundo es mi favorito sin duda, un chiptune muy muy pegadizo bien remozado que emula perfectamente los sistemas clásicos. Donde más se nota la actualidad de la propuesta es en su pixel art, muy detallado y con unas animaciones extremadamente fluidas (tampoco hace falta que nos ciñamos a los estándares de los sistemas antiguos, limitados por su propia arquitectura).
Mención aparte la gran cantidad de monstruos y sus variedades tanto en lo visual como en mecánicas. Algunos simplemente deambularán por el escenario, otros nos perseguirán, nos lanzarán cosas, volarán hacia nosotros, serán invulnerables… hay de todos los tipos que te puedas imaginar, y evidentemente todos acordes a sus escenarios y sus convenciones (sobra decir lo que te espera en el mundo de hielo, ¿verdad?).
Eso no es todo
Y bueno no podían faltar tampoco ciertas características que, personalmente, agradezco muchísimo. Por un lado las tablas de clasificación tanto locales como globales para poder subir nuestra puntuación y tiempo. Algo que se me antoja un verdadero desafío dado el factor aleatorio de las fases que ya he comentado. Por otro lado tenemos varios minijuegos que podemos ir desbloqueando durante la aventura, estos se muestran en una pantalla estilo Game Boy con su paleta clásica y cuyas mecánicas son, evidentemente, más simples pero igualmente divertidos y variados. Un buen premio al completar los mundos.

Gran propuesta aunque no exenta de pequeños detalles
Lo cierto es que poco le puedo achacar a este Freddy Farmer, el juego es divertido como él solo, fluido y con unas mecánicas sencillas pero que funcionan a la perfección. Aunque en el tema de dificultad, insisto, es endiabladamente difícil (y ya ni te asomes por sus logros, solo al alcance de verdaderos elegidos). Quizás un modo fácil con selector de fases haría el título mucho más accesible porque algunos saltos o caidas pueden jugarte una mala pasada. Recoger el ingrediente que no es y tener que repetir el mundo completo para poder llegar de nuevo a la fase e intentarlo me parece correcto, muy desafiante, pero puede llegar a frustrar.
En la parte técnica la verdad es que poco se puede observar, porque se nota que el juego está muy pulido y testeado, es verdad que alguna que otra vez me ha aparecido un ingrediente en una zona poco accesible o visible y lo he cogido sin querer (y redirijo al párrafo anterior sobre la accesibilidad). No es nada grave ni mucho menos pero, dado el desafío planteado y la forma de progresar en el juego, quizás sea necesario pulir más este aspecto que, ya os digo, es anecdótico.

Conclusión
Por cierto, ¿os he dicho que el juego tiene dos finales? Uno para cuando lo pasamos en modo normal (enhorabuena por la hazaña) y el verdadero cuando lo conseguimos en modo difícil (buena suerte), al más puro estilo Ghost & Goblins. ¡Maravilloso!
Podría comentar aquí varias cosas a modo de resumen, pero creo que el texto habla por sí mismo de este juego tan bien planteado, hecho con tanto cariño y amor por el retro y las arcades clásicas. Pero en su lugar me limitaré a decir algo que, creo, es lo mejor que se le puede decir a un juego de estas características: Freddy Farmer está listo para montarle una cabina y llevarlo a todos los salones arcades del mundo.
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