Love me or Die – Imagina ser Mocatriz

Love me or die nos enseña la vida de Yuki, una adolescente incomprendida y repudiada por todos, incluso por sus mejores amigos. No destaca en nada: el instituto le va mal, la música no es lo suyo y viste de forma rara (para el resto del mundo). Yuki únicamente desea ser popular. Que se fijen en ella para no pasar desapercibida.

Love me or die – Deseando ser popular

En esta aventura gráfica nos trasladaremos a una ciudad ficticia de Japón. En ella su protagonista se desenvolverá entre otakus, mangakas, ídolos del rock, lolitas… Y un instituto en el que ser borde con los demás está a la orden del día.

Yuki se siente desplazada de todo, no encaja en ningún sitio. Sus amigos la utilizan y manipulan a su antojo. Estos amigos tienen una banda de rock, pero no la invitan a participar, de hecho medio la echan de todos sus ensayos. En el tema familiar la cosa tampoco mejora. Un padre ausente, una madre pasota, que se preocupa más del Yoga que de sus hijas y una hermana con la que se lleva regular. La cual está más interesada en la moda y en los modelitos que ponerse que en su propia hermana.

Cansada de todo y de todos, Yuki se plantea en participar en la nueva selección de Idols de la agencia de talentos. Con la inestimable ayuda de nosotros, conciencia, el ente que siempre está ahí para acompañarla, ayudarla y ser apoyo moral. El primer contacto con esta agencia no muy alentador. Lo primero que le sueltan a Yuki es que con esas pintas no va a ningún lado. Necesita un cambio de imagen radical.

Al ritmo de cualquier aventura de point and clic, deberemos recorrer la ciudad de arriba a abajo para hacer de correveidiles. Conseguir un montón de objetos, en principio inútiles, pero que serán esenciales para el propósito de la misión. Todos los vecinos de esta ciudad necesita favores, y sus habitantes son bastante peculiares: quieren clientes, un crecepelo milagroso, tener éxito con las mujeres… Favores absurdos, que Yuki muy complaciente llevará a cabo para conseguir su cambio de look sin gastar un duro.

Escena de Love me or die, batalla de Tweets

Si no funciona, prueba otra cosa

Love me or die, destaca en que todo, absolutamente todo lo del escenario es interaccionable. Podemos probar distintos caminos para una misma resolución de un puzle, viendo las consecuencias de cada acto que tomemos. El cursor reacciona a todo, cuadros, personas, póster, estanterías… todo es cliqueable y con todo encontraremos una frase o pista.

Como buena aventura gráfica, tendremos un amplio inventario en el que trastear con los objetos. Combinándolos o dándoselos a otros para ver si, de casualidad, suena la flauta. El escenario es tan amplio y hay tanto objeto y personaje, que en ocasiones se nos puede pasar por alto un mini cacharro que esencial. Por ello es importante probar en todo.

Aunque de no saber qué hacer a continuación, nuestro móvil posee la app CLUEGRAM que con sus fotos nos dará pista de qué hacer. La pega viene en que estas pistas o imágenes no son nada claras y nos confundirán más que ayudarnos. En ocasiones nos mostrarán una persona, o un objeto, pero no nos cuenta ni dónde se encuentra, ni qué hacer. Vamos, que si no nos hemos paseado un par de miles de veces por la ciudad, no sabremos quién es quién.

El juego se divide en dos partes. Las primeras horas de juego, nos encontraremos conociendo a Yuki y su entorno, su familia, amigos, compañeros del insti. En esta primera parte el juego es dinámico. Iremos de acá para allá, intentando ayudar a Yuki con su sueño de ser popular. De demostrar al mundo de que nos es una inútil. De que puede cumplir su sueño si se lo propone.

La segunda parte es la que tiene lugar desde el cliffhanger o sucesos dramáticos que lo cambiaran todo. A partir de este momento, la narrativa toma un tono más serio, pero sin alejarse del humor. Empieza el thriller de investigación y la cuesta abajo del juego.

Si algo funciona, no lo cambies

Yuki presentándose, en el primer contacto del videojuego Love me or die

Ya lo dijo el creador del boli Bic: para qué cambiar, si es práctico y funciona. Pues los creadores no hicieron caso de esta frase… Con una primera parte dinámica, divertida e incluso que llama la atención por su sencillez. Se complican la vida intentando un juego de investigación que no encaja en la historia y que resulta forzado y complicado. Una historia en la que la narrativa lo es todo, pierde energía en el desarrollo de su mitad final. Con unos eventos que no terminan de desarrollarse ni explicarse y como que se quedan con cabos sueltos por todos lados.

En este giro de los acontecimientos todo va muy deprisa, como queriendo que la historia termine pronto y quitársela de encima cuanto antes. Todo sucede como «un mago lo hizo» de manera que me ha llegado a decepcionar en ciertos diálogos. Sus chistes se sentían forzados o que no encajaban del todo bien con la situación.

Una narrativa que te llama la atención desde los primeros minutos, con esa habitación plagada de objetos y póster de la cultura mangaka. Referencias a One Piece (Two piece en el juego), grupos de rock, cultura japonesa… Todo cuidado al límite para entender y comprender a nuestra protagonista. Una pieza de un puzle en el que no encaja. Yuki se siente tan sola que su habitación es su santuario, y es allí donde entendemos sus motivaciones y sus sueños. Esto se pierde en la mitad del juego. La esencia y motivos de su narración son otros y la chispa del principio se apaga por completo. Contándonos una historia lejos de la personalidad y el carisma que encontramos al principio.

Conclusiones de Love me or Die

Love me or die es la ópera prima del estudio Chaotic Ravens. Un primer trabajo en el que se nota el amor depositado en su arte pixelado y su banda sonora. Con una historia entretenidísima en su primera parte. Pero que peca de una narrativa en su segunda parte. Los fallos de guion son constantes y se estrella en su parte final, en la que nada es coherente.

Es un juego con mucho por contar. Al que quizás le falta un poco de pulido, para cerrar las cosas que se quedan colgadas en sus diálogos. Así como los fallos que tiene (que no son pocos). Guardar partida es toda una odisea, y en ocasiones ni guarda ni bien o te recarga partida donde le conviene. Hay objetos con un pixel tan perfect, que son imposibles de sacar, por mucho que pases el puntero del ratón por encima. El teléfono no abre la mayoría de las veces, y las pausas no son fáciles de hacer y ni de reanudar partida cuando se quiere. Por lo demás, es un juego que entretiene y que destaca en sus temas musicales, sobre todo en el de Yuki de solista Idol. Una aventura gráfica que pierde fuelle en su parte final. Pero que merece darle una oportunidad y que, por mucho que vayamos de correveidiles, no resulta repetitiva, algo que es de agradecer.

Una experiencia en general positiva y que hay que recordar que ha sido creada por dos únicas personas. Y que se ha ido mejorando a poquitos.

La entrada Love me or Die – Imagina ser Mocatriz se publicó primero en DeVuego Blog.



from DeVuego Blog https://ift.tt/yJWOqA3
via IFTTT

Entradas más populares de este blog

Super Soccer Blast. Antes del tiki taka, después de Naranjito

Among Ashes: Entre cenizas se haya la verdad

Jesús Gibelli Gómez: La fiebre de los eSports