Nomad Defender: Un clásico Tower Defense

Voy a comenzar el artículo con una pregunta: ¿Alguna vez habéis tenido la sensación de que cada vez los videojuegos son más enrevesados? Yo no sé vosotros, pero a mí me apetece muchas veces jugar a algo que conserve su esencia clásica sin muchas complicaciones. Los géneros puros, esos que se acogen a las convenciones y dan justo lo que prometen. Nomad Defender es ese caso: un Tower Defense con un leve toque de Rogue-lite a lo Slay the Spire y nada más.

Desarrollado por Dhelpra Games , ya pudimos ver la pasta de la que está hecho este título en el repaso al Steam Next Fest de febrero y las impresiones fueron muy buenas. Ahora con la versión definitiva entre manos puedo deciros que, efectivamente, es un Tower Defense puro y duro, de los que no se andan con florituras ni complicados añadidos. Un proyecto sencillo, directo y con mucho cariño por el medio.

Captura de Nomad Defender. Se ve el tablero de juego con varios caminos que están siendo recorridos por los enemigos, a los lados de algunas zonas del camino hay torres que disparan o ralentizan enemigos.

Puro Tower Defense

Vayamos a la base (nunca mejor dicho). Las fases de Nomad Defender son las clásicas de uno o varios caminos, con un punto de salida de las unidades y un punto de entrada al que nosotros debemos evitar que lleguen. Por el camino podemos colocar nuestras unidades, que las hay de dos tipos: Las torres ofensivas son las unidades clásicas con sus parámetros de daño, cadencia y alcance, además de algunas habilidades propias; Por otro lado tenemos las torres con habilidades, que van desde ralentizar enemigos a replicar daños de torres cercanas.

Hasta aquí todo bien ¿qué punto de innovación introduce Nomad Defender? Pues que no podemos colocar las unidades donde nos plazca, sino que el tablero establece los huecos en los que se nos permite hacerlo, aportando ese punto de estrategia y planificación previa en la fase. Debemos estudiar bien el mapa, encontrar sus puntos débiles y esas esquinas donde nuestras unidades serán más efectivas (no es lo mismo emplazar la torre que ralentiza en un camino recto que en un hueco que abarca varias esquinas).

Por otro lado tenemos el componente de que nuestras unidades están limitadas a un número concreto que se nos presenta en forma de baraja de cartas, las runs las abordamos con un mazo predefinido, desplegar las unidades tiene un coste en puntos. Esos puntos irán aumentando a intervalos de tiempo regulares durante la partida, y además sirven tanto para colocar unidades como para mejorarlas, así que puede que desees conservar esa unidad en la mano porque es preferible aumentar el nivel de otra ya desplegada.

Captura de Nomad Defender. Se ve el tablero de progresión de la run del juego, una linea blanca recorre un par de casillas simbolizando el camino que ya hemos recorrido, en azul se muestra la siuiente fase a entrar, en rojo las casillas donde habrá un enfrentamiento.

Un punto Rogue-lite

Creo que poco más se puede comentar de la mecánica anterior, así que ¿dónde están las mecánicas Rogue-lite? Pues precisamente en el desarrollo de la run. Me explico:

Cuando iniciamos una partida en Nomad Defender elegimos un mazo con nuestras unidades, elegimos dificultad y, a continuación, se despliega un mapa con varios caminos y muchas bifurcaciones al más puro estilo Slay the Spire. En ese camino vamos a encontrar fases de combates pero también casillas donde podremos añadir una habilidad nueva a una torre, mejorarlas, copiar habilidades, modificar algunos de sus parámetros o añadir nuevas cartas a nuestro mazo. De esta forma tenemos un tablero donde podremos ir viendo en todo momento las casillas que tenemos por delante para así planificar nuestro recorrido.

Es a través de mejoras constantes y fases de combate en lo que radica el progreso de la run. Además si a una fase de combate (cuyos tableros son aleatorios) le sigue una bifurcación a dos casillas de mejora, esas son precisamente las que tendremos que proteger durante la fase de que no la destruyan los enemigos. Si alguna de ellas cae, el camino se bloquea, por lo que hay que tener mucho ojo con que no nos derriben esas salidas si estamos realmente interesados en tomar esa ruta.

Captura de Nomad Defender. Se ve la pantalla de replicar habilidades entre torres, a la izquierda se ve una capsula con una carta de torre y sus habilidades, a la derecha la carta de torre objetivo de mejora. En el centro se previsualiza el resultado de replicar la habilidad del primero en el segundo. Abajo se ve el mazo completo de torres para que el jugador elija entre sus torres para colocar en las cápsulas.

¿Algo más?

Lo cierto es que poco más que comentar a estos dos respectos. Las partidas en Nomad Defender se reducen a: escoger el mazo, seleccionar dificultad y recorrer el tablero. Al final nos espera un enfrentamiento contra un boss y si conseguimos superarlo, hemos acabado. Las runs al completo nos llevarán entre 45 minutos y una hora más o menos, por lo que se hace perfecto para jugar una partida rápida sin muchas complicaciones. Lo que ya os he dicho, sencillo, rápido y directo al grano.

Lo cual no es malo, ojo, ni mucho menos, pero siendo sinceros: si esperáis algo más, lamento deciros que no, que esto es todo. Es verdad que la base del juego está perfectamente desarrollada y es sólida, y si los devs quieren, podrán ampliar el juego con más tableros y mazos nuevos. En este sentido se les agradecería un poco más de variedad o, al menos, incluir cosas propias de los Rogue-lites. He echado en falta cosas como poder rerollear las mejoras, algo que en la máxima dificultad se hace casi necesario porque el margen de error es mínimo, o la posiblidad de afrontar una run con un mazo personalizado construido completamente desde cero (esto le daría bastante vidilla creo yo).

Aún así prefiero no quedarme con que es un juego con mucho trabajo por delante. Prefiero tener la sensación de que me lo he pasado muy bien, de que hacía mucho que no me echaba un Tower Defense puro y duro (el género casi que estaba siendo relegado a insulsos minijuegos incluídos como añadido en títulos de otra índole). Insisto, Nomad Defender no apuesta por la innovación profunda ni nada por el estilo, sino todo lo contrario. Y se agradece.

Captura de Nomad Defender. Se ve el tablero de juego con varios caminos que están siendo recorridos por los enemigos, a los lados de algunas zonas del camino hay torres que disparan o ralentizan enemigos.

Conclusión

Nomad Defender es un Tower Defense en su más pura definición, casi un arcade del género. Mezclado con elementos Rogue-lite y unas opciones de progresión y personalización simples pero efectivas. La combinación de ambos estilos de juego le sienta muy bien y ofrece una gran cantidad de diversión sin demasiadas pretensiones. Con unos cuantos añadidos que apuesten por la rejugabilidad y variedad en builds y escenarios, podríamos estar ante un gran exponente del género.

La entrada Nomad Defender: Un clásico Tower Defense se publicó primero en DeVuego Blog.



from DeVuego Blog https://ift.tt/fGFNrWo
via IFTTT

Entradas más populares de este blog

Super Soccer Blast. Antes del tiki taka, después de Naranjito

Among Ashes: Entre cenizas se haya la verdad

Jesús Gibelli Gómez: La fiebre de los eSports