Jack Holmes: Master of Puppets – Terror y montañas rusas
El género del terror, ese lienzo en blanco que permite explorar nuestras fobias y hacernos sentir incomodidad y tensión de mil maneras distintas. Una de las cosas que más me gusta es, precisamente, esa naturaleza personal (lo que me da miedo a mí puede que no te lo de a ti), y en este terreno el panorama indie es el que más sabe. Desde lo experimental a lo conservador, serio o desenfadado, siempre hay margen para seguir explorando. Hoy me pongo al día con un título que juega en una y varias ligas a la vez. Nos vamos con Jack Holmes: Master of Puppets del desarrollador en solitario TonyDevGame.

Elemental querido Jack
Pongámonos en situación: Eres Jack Holmes, tataranieto del amigo Sherlock y, al igual que éste, Jack sigue las costumbres familiares ¿investigar? no, darle al vicio y la droga. Aunque al menos Jack solo le da a lo blando, algo es algo. Bueno lo de investigar resulta que también, aunque como dicen en Los Simpsons: es su primerito día. Nos llega el encargo de investigar una cabaña en Lousiana donde un tal Frédérick que se dedica a la carpintería ha desaparecido, además nada de armas (ja!) ni móviles, a pelo. Así que nada, cogemos el coche y nos plantamos allí en un santiamén. Pero estamos hablando de un juego de terror, asi que lo que empezaba como una investigación normal, corriente y moliente, se torna en una casa con marionetas vivientes asesinas, escenas grotescas, cosas turbias y malrolleras, y niños.
Si jugamos el prólogo (cosa recomendable, además es cortito) sabremos más acerca de la fabricación de las marionetas, los niños, y la casquería gratuita y obligatoria de semejante proceso artesanal, una delicia. Aquí encarnamos al pequeño Tim (se llama Eddie, otra referencia musical, pero me mola lo de «pequeño Tim») que está en el parque de atracciones, entra en la casa del terror y pasan cosas. Como podréis adivinar, el pequeño Tim bien lo que se dice bien, del verbo «bien», no termina.
Pero volvamos a Jack, que después de despachar cualquier cosa que se mueva y sea de madera, avanza por la casa y termina descubriendo la verdad de este asunto de las marionetas. Aquí meto el punto final a la narración de la trama, pero solo decir que la aventura acaba de comenzar y que la misión de Jack lo llevará por toda la casa, una mina y, por último, el parque de atracciones.

Y era un domingo en la tarde, fui a los coches de choque
Bueno, ¿qué nos encontramos en este Jack Holmes? Pues es relativamente complicado de definir en una sola frase, porque el juego picotea de muchos elementos del género. Pero quedémonos con que tenemos una aventura de horror donde la investigación y la tensión se mezcla con la acción desenfrenada y con situaciones bastante desenfadadas, minijuegos y algún que otro homenaje. Jugablemente se disfruta mucho, los tiroteos se sienten bien y los puzles son satisfactorios de resolver (aunque a veces no sean muy obvios), las marionetas dan su puntito de mal rollo y diversión a partes iguales y las situaciones son bastante variadas. Todo se ve bastante bien, por supuesto.
Por poner algunas pegas técnicas, nos encontramos con bajadas de rendimiento en exteriores, todo lo contrario que en escenarios interiores, que van como un tiro (nunca mejor dicho). En el caso de la linterna, un poco más de intensidad no le habría venido nada mal. Los enfrentamientos con jefes, sin llegar a ser frustrantes, se sienten raros porque ellos son extremadamente rápidos y ágiles y nosotros, por convenciones del género, no.
El comienzo de la aventura promete bastante, la casa tiene una atmósfera de terror bastante conseguida y las marionetas imponen, los puzles están bien pensados y, oye, la idea de que un descendiente de Sherlock Holmes se dedique a la investigación paranormal mola, y mucho. El parque de atracciones es lo diametralmente opuesto a la casa y la mina en todos los sentidos. Aquí vamos alternando entre el exterior de la feria y ciertas atracciones de interior, en una variación de tono que, bueno, mejor os lo cuento en la siguiente sección, porque hay que tener en cuenta que ciertas mezclas son muy arriesgadas y pueden no funcionar.

Survival Action Puppet […] Atmospheric Mascot Psychological Jumpscare […] Minigames FPS Stealth […] Horror, con humor
Sí, a ver, me he colado con el título de la sección, lo sé, pero aquí cambio el tono del artículo para ponerme un poco más serio. Lo cual me viene de perlas para todo lo que tengo que decir. Vaya por delante que el juego me ha gustado, en la medida en que me gusta un título de terror al que no le tiembla el pulso a la hora de experimentar con el medio. Ahora bien, vamos a abordar la cuestión más polarizante de este Jack Holmes: los giros abruptos de tono dentro del juego.
El juego comienza como un survival horror puro con gestión meticulosa de munición, ambientación opresiva, enemigos amenazantes y momentos tan turbios como potentes en lo visual (la marioneta bailando, por ejemplo). Todo funciona muy bien, el momento en el que averiguamos la verdad de las marionetas es fantástico y aunque la sección siguiente, el bosque, me parece desaprovechada, es un camino breve que nos lleva a la mina, otro lugar muy bien planteado. La mina te mezcla el survival horror con momentos de indefensión pero cambiando las marionetas por arañas. Además, la historia sigue estando muy interesante. Algunos enfrentamientos pueden resolverse sin recurrir a gastar munición, hay una pequeña persecución, incluso hay una zona abierta muy imponente. Todo apunta a un videojuego de terror indie muy notable.
Después llegamos al parque de atracciones y adiós a la historia, ahora nos encontramos en un espacio abierto donde eliminar marionetas como moscas, montarnos en montañas rusas y norias, jugar minijuegos e ir avanzando por sus secciones a través de atracciones temáticas. Las marionetas iniciales ahora te atacan con revólveres, hachas o explosivos, y visten sombreros de vaquero o gorros de plumas indias, incluso las hay con armaduras medievales portando espada y escudo. Las zonas temáticas van desde una que pasa de lo cuqui a lo grotesco al estilo los memes de DOOM y Animal Crossing, a un animatrónico descontrolado en una casa con la visual de Bendy and the Ink Machine, una casa encantada, zona de piratas (con una atracción interminable), minijuegos de conducir coches (o uno de Cyberpunk 2077 que, bueno, dejémoslo ahí), bailes meme, guiños a otros videojuegos, fotos de devs españoles con gorritos y muchas, muchas más cosas que rebosan los términos «ida de olla» y «gamberrada» por todos sus polígonos. ¡Ah! y mucha música heavy.

¿A qué estoy jugando?
Creo que esa es la gran pregunta, porque los dos enfoques funcionan por separado, pero juntos chirrían. Si lo miro desde el prisma del survival horror inicial, el parque de atracciones necesita un replanteamiento profundo porque muchs cosas no encajan; pero si lo juzgo como action horror cañero con situaciones descacharrantes, la parte de la casa y la mina me sobran, y la revelación inicial te la llevas al sótano de la casa encantada, ya está. La cuestión es que el juego cambia el tono a partir del parque de atracciones y eso descoloca y confunde. Dicho de otro modo: la ensaladilla rusa está buena, la pasta a la boloñesa está buena, pero una ensaladilla con salsa boloñesa por encima no parece buena idea.
Un parque de atracciones da mucho juego (nunca mejor dicho), pero si se plantea un tono al principio hay que respetarlo, porque se corre el riesgo de perder al jugador. Si apostamos por el terror puro, un menú de extras donde desbloqueas contenido recogiendo los tickets en la campaña le sentaría fenomenal (en Resident Evil 2 controlabamos a una barra de tofu, y en Silent Hill teníamos los finales UFO y la pistola láser) y ahí metes lo que quieras. Si, por el contrario, la cosa encaja mejor en el tono hilarante, entonces hay que dejar el terror puro de lado y guardarlo para pequeños momentos.
¿Recomiendo el juego? Sí, no es mal juego, pero hay que tener presente que te vas a encontrar dos juegos indie en uno, o uno sin una definición clara, con muchas y buenas ideas tanto en la parte Survival Horror como en la Action Horror. Pero ten en cuenta que estas ideas están dispersas y mezcladas entre sí de forma muy muy extraña e inconexa, como si el desarrollador tuviera una larga lista de checks que marcar, o que durante el desarrollo fuera viendo ideas y dijera «me gusta, quiero esto en mi juego».

Conclusión
Jack Holmes: Master of Puppets es un buen survival horror y un buen action horror, que coge ideas de ambos subgéneros y los mezcla a mitad de la aventura. Una propuesta muy experimental que busca abarcar un espectro muy amplio, lo cual le acarrea problemas de identidad y coherencia interna. Si te dejas llevar por las expectativas iniciales o eres un poco purista, te va a chirriar. Pero si eres permisivo, te van los juegos que buscan explorar el género o tienes ganas de probar algo diferente, adelante, te lo vas a pasar bien.
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